sábado, 23 de julio de 2016

6 Consejos para resguardar la piel del sol

El cáncer en la piel es el más habitual de todos los cánceres. Demasiada exposición a la radiación ultravioleta del sol o en camas de bronceado es frecuentemente la causa. Este año se diagnosticarán aproximadamente setenta y cuatro mil personas en los Estados Unidos con melanoma, un peligroso género de cáncer de piel. Otros 4 a 6 millones se diagnosticarán con una forma menos grave de cáncer encontrado en la capa externa de la piel.

Daño de la radiación del sol


El sol hace daño cuando causa cáncer o contribuye al envejecimiento de la piel (arrugas). Se trata de radiación en dos formas: Hay radiación de ultravioleta B y radiación ultravioleta A. La primera causa quemaduras de sol y los científicos dicen que juega un papel en el desarrollo del cáncer. La segunda penetra en la piel y conduce al envejecimiento prematuro.

A medida que envejecemos nuestra piel se vuelve más débil ante la protección solar por lo que eludir el daño solar se transforma en aún más esencial. Uno de los mayores desafíos que enfrentamos con el envejecimiento de la piel es de qué forma resguardarnos del sol y todavía conseguir vitamina D, esencial para el ser humano, pues se asocia con la buena salud ósea. No tener suficiente vitamina liposoluble de tipo D también se ha relacionado con múltiples enfermedades.

6 formas fáciles para proteger la piel del envejecimiento


Si bien demasiado sol no es una buena idea, es importante continuar activo y gozar del aire libre a medida que envejecemos. Se puede seguir disfrutando del sol y evitar el daño solar si prestamos mucha atención a la protección ante sus rayos.

Estos son los 6 Consejos para resguardar la piel del envejecimiento del sol:

Siempre usar protector solar, no importa en qué estación estemos o durante qué clima. Siempre hay que usar protector solar. Ha de ser un producto resistente al agua, con un espectro extenso que proteja contra los rayos ultravioleta B y la radiación ultravioleta A con un factor de protección solar de treinta o superior. Un protector solar con dióxido de titanio u óxido de zinc es mejor, puesto que va a haber menos chance de provocar una reacción alérgica en personas con piel envejecida. Las cremas con agregado de vitamina liposoluble A D y E son asimismo perfectas. Cuando se trata de aplicar el protector solar, es mejor hacerlo antes de vestirse para estar seguro que no ha dejado de cubrir ninguna zona del cuerpo. Recuerde volver a aplicar bloqueador solar en la cara y no olvide un ungüento de labios de por lo menos 30 grados de protector solar.

Evite las camas o cámaras bronceadoras: Aunque las compañías que ofrecen este servicio publicitan que sus cámaras sólo emiten rayos ultravioletas de tipo A, es decir menos dañinos que los rayos solares, igualmente causan envejecimiento prematuro y daños en la piel que eventualmente pueden desembocar en cáncer en la piel. Es no sólo recomendable sino necesario evitar la exposición prolongada a los rayos ultravioletas de estas camas bronceadoras.

Usar ropa de protección ultravioleta: Trajes oscuros con un tejido ajustado pueden resguardar la piel. No obstante, no son una opción para las personas mayores porque calientan más el organismo que la ropa suelta, de color claro. Elija ropa con un factor de protección ultravioleta (UVP) de más de 30, es decir, El factor que determina cuánto luz perceptible puede pasar por medio de la ropa. Algunas telas que proporcionan la mejor protección son las mezclas de poliester brillante, mezclas de bambú o algodón, y tejidos de cien por cien poliester, entre otros. Tejidos de punto y algodón blanqueado tienden a ofrecer menos protección.

Un buen sombrero: se requiere un sombrero con un borde ancho. Sombreros con un borde mínimo de tres pulgadas se consideran una protección conveniente. Bloquean los rayos ultravioletas a los lados de la cara y orejas. El 80% de los cánceres de piel ocurren en manos y cara. Para la protección solar máxima conseguir un ala de 4 pulgadas. Asegúrese de que el sombrero se hace de un material que bloquee el noventa y ocho por cien de los rayos del sol. Sombreros de paja natural y cáñamo son excelentes ejemplos.

Gafas de sol: La piel que rodea nuestros ojos es 7 a diez veces más fina que otra piel en nuestro cuerpo. Conforme envejecemos se hace todavía más delgada debido a la pérdida de colágeno, elastina y pérdida de hidratación. Los lentes de sol resguardan la delicada zona que rodea los ojos. Los rayos ultravioletas del sol contribuyen a las cataratas y la degeneración macular por lo que las gafas de sol son una protección indispensable si quiere evitar estos problemas.

Estar atento a la hora del día: los rayos ultravioletas son más fuertes cuando el sol está en su punto más alto en el cielo. Esto es por norma general entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Quienes tienen piel muy blanca son más propensos a quemaduras solares por lo que deben planear actividades al aire libre basadas en la hora del día. Al tiempo que la exposición a los rayos ultravioletas es mayor en el verano, es esencial tener en cuenta que los rayos ultravioletas pueden llegar a la tierra día a día, incluso en invierno. La nieve puede reflejar ochenta a 90 por ciento de los rayos Ultravioleta del sol. Por esta razón, el protector solar se aconseja usar a lo largo del año.

Es verdad que en ocasiones la piel puede repararse a sí misma, pero nada puede deshacer completamente el daño causado por el sol. Los médicos instan a todos a empezar a resguardarse del sol a temprana edad, en vez de esperar hasta que sea demasiado tarde. Podemos retrasar los cambios en nuestra piel ligados al envejecimiento al evitar la exposición exagerada al sol, cubriendonos de él, usando sombrero, utilizando protector solar y gafas de sol para proteger nuestros ojos. Después de un tiempo se transforma en una parte de nuestra rutina diaria, al igual que cepillarse los dientes o peinarse. No hacerlo podría ser un error mortal.

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